Entre mar y piedra | Pepe Gascón Arquitectura

On a steep hillside in Begur, with privileged views of the Mediterranean Sea and the surrounding greenery, stands this single-family home designed as a second residence for extended summer stays.

The project was born from the intention to integrate with the site’s topography. Rather than imposing on the terrain, the architecture accompanies it, unfolding in a sequence of platforms that naturally descend towards the landscape. The home is developed over four staggered levels.

On the first floor, the sleeping area groups the bedrooms within a compact volume that opens to the environment without sacrificing privacy. The master bedroom, connected to a rear patio, extends the interior experience towards a more intimate, sheltered exterior.

The ground floor houses the common areas: kitchen, dining, and living rooms arranged in continuity, fully open to a large terrace with a swimming pool. 

Below this visible living area, the basement accommodates a games room, wine cellar, and TV lounge. These spaces, illuminated by an English courtyard and skylights, maintain a visual and sensory connection with the upper levels.

Sant Vicenç stone, cut to measure, carpets every interior and exterior space like a mineral rug guiding the path through the home.

More than a house, this is a structure for inhabiting the landscape: light from the sea, solid from the earth.

[ES]

En una ladera pronunciada de Begur, con vistas privilegiadas al mar Mediterráneo y al verde circundante, se ubica esta vivienda unifamiliar concebida como segunda residencia para disfrutar de largas estancias estivales.

El proyecto nace de la voluntad de integrarse con la topografía del lugar. En lugar de imponerse al terreno, la arquitectura lo acompaña, desplegándose en una secuencia de plataformas que descienden con naturalidad hacia el paisaje. La vivienda se desarrolla en cuatro niveles escalonados.

En la planta primera, la zona de noche agrupa los dormitorios en un volumen compacto que se abre al entorno sin renunciar a la privacidad. El dormitorio principal, vinculado a un patio posterior, prolonga la experiencia interior hacia un exterior más íntimo y resguardado.

La planta baja acoge las áreas comunes: cocina, comedor y sala de estar se disponen de forma continua, completamente abiertas a una amplia terraza con piscina. 

Por debajo de esta vida visible, la planta sótano alberga una sala de juegos, bodega y sala de televisión. Estos espacios, iluminados por un patio inglés y lucernarios, mantienen una conexión visual y sensorial con los niveles superiores.

La piedra de Sant Vicenç, cortada a medida, recorre todos los espacios —interiores y exteriores— como una alfombra mineral que acompaña el tránsito por la vivienda.

Más que una casa, esta es una estructura para habitar el paisaje: ligera desde el mar, sólida desde la tierra.