House C | XSTUDIO

House C transforms a minimal 32 m² apartment into a continuous, luminous space deeply connected to the sea. The irregular geometry of the dwelling is freed from unnecessary partitions to allow a clear reading of the whole, leaving only the bathroom cabin as an independent element. Within this renewed void, two devices appear to organize daily life and draw the house. The first, attached to the party wall, brings together the kitchen, a bench facing the exterior, and a bathtub– shower conceived to enjoy bathing with sea views. The second device concentrates the resting area: a green niche that accommodates sleeping, reading, and storage, creating an intimate refuge within the open space. The rest of the dwelling is conceived as a flexible surface, without rigid hierarchies, able to adapt to everyday gestures. The chromatic palette defines the atmosphere: a very pale pink that wraps the floor and softens the light, a dense green that structures the sleeping volume, and Klein blue curtains that provide occasional privacy without compromising spatial continuity. Mirrored surfaces amplify the proportions and overlay reflections that bring the sea into the interior, extending the presence of the landscape even into the deepest corners. This strategy turns light and the horizon into project materials. The house is organized as a single room expanded through color, reflection, and landscape. A compact interior that visually opens to the horizon.

Credits
Architecture Firm: Xstudio
Lead Architects: Leticia Romero, Ancor Suárez

Collaborators: Paula Díaz Brito, Ece Guzel, Sara Spaziani

Photography: David Rodríuez - https://www.davidrodriguezfoto.com/

[ES]
Casa C transforma una vivienda mínima de 32 m² en un espacio continuo, luminoso y profundamente vinculado al mar. La geometría irregular del apartamento se libera de particiones para permitir una lectura clara del conjunto, dejando únicamente la cabina de aseo como pieza independiente. En este vacío renovado aparecen dos dispositivos que ordenan la vida y dibujan la casa. El primero, adosado a la medianera, reúne la cocina, un banco orientado al exterior y una bañera-ducha pensada para disfrutar del agua con vistas. El segundo dispositivo concentra el descanso: un nicho verde que acoge dormir, leer y almacenar, dando lugar a un refugio íntimo dentro del espacio abierto. El resto de la vivienda se concibe como una superficie flexible, sin jerarquías rígidas, capaz de adaptarse a los distintos gestos del día a día. La paleta cromática define la atmósfera: un rosa muy pálido que envuelve el pavimento y matiza la luz, un verde denso que estructura el volumen del descanso y unas cortinas azul Klein que aportan privacidad puntual sin comprometer la continuidad espacial. Las superficies espejadas amplifican las proporciones y superponen reflejos que llevan el mar hasta el interior, extendiendo la presencia del paisaje incluso en los rincones más alejados de las ventanas. Esta estrategia convierte la luz y el horizonte en materiales de proyecto. La casa se organiza como una única habitación ampliada por el color, el reflejo y el paisaje. Un interior compacto que se expande visualmente hacia el horizonte.